y ves como unas simples palabras de tu madre, un simple "que te quiero mucho, y lo sabes" te hacen romper a llorar, porque sabes que no estás sola en esto (aunque a veces te sientas así), que tienes que seguir siendo fuerte una vez más... y tienes que esconder las lágrimas otra vez, para seguir creyendo que puedes con todo esto, para autoconvencerte que esto no podrá contigo.

te das cuenta que su frágil cuerpo cada vez es más transparente;
que su boca no puede dejar de escupir palabras, que miente;
que su corazón no dice lo mismo que su mente,
que se obsesiona sin darse cuenta de lo que tiene en frente,
y rompe con todo, claramente...